Si antes la admiraba ahora definitivamente la respeto más. No sólo por su manera de trabajar, sino por su convicción de la libertad de expresión y la “no” discriminación. Me estoy refiriendo a la periodista boricua Maria Celeste Arrarás.
No cabe duda que lo que hace a un profesional digno de credibilidad especialmente en los medios de comunicación, son su ética, dignidad y principios. Y es por ello que de ahora en adelante me declaro fans de la periodista de "Al Rojo Vivo" María Celeste Arrarás.
A raíz del lanzamiento de nuevo material del artista de origen puertorriqueño y nacionalizado mexicano, Luis Miguel, en los medios empezó todo un cúmulo de informaciones referentes a la patanería del artista, de su falta de tacto y de su empeño de creerse superior al resto de los mortales.
Imaginen que para poder estar en la rueda de prensa del denominado “Sol de México”, había que seguir una línea editorial para que el artista estuviera de buen humor, contento y relajado, es decir habia que preguntarle "que quieres que te pregunte?".
De hecho algo especifico, fue lo ocurrido con la periodista de Telemundo, María Celeste, a quien decidieron por parte de la disquera de Luís Miguel no invitar por sus preguntas sin tacto “según ellos” para con el artista y su manera de querer extraer la información (vuelvo y repito " dicho por la disquera").
La periodista se sintió tan agredida que optó por no callar su sentir y señaló: "No permitimos en telemundo que nos impongan condiciones para una entrevista, quizá Luís Miguel no quiere que yo lo entreviste porque la última vez le pregunté sobre Myrka Dellanos, de todas maneras no debería preocuparse ya ella está felizmente casada”.
La verdad, admiro la valentía de la periodista boricua para hacerle saber al público que la sigue por su trayectoria, lo ocurrido con Luís Miguel, esto crea un precedente para quitarle un poco a “Luís Miguel” ese aire de Dios que "cree poseer".
Bien por María Celeste y por su manera de hacer periodismo. Los periodistas no tienen que cumplir con ningún pedido para poder hacer su trabajo. Bajo las líneas del respeto cualquier pregunta puede realizarse a quien sea.
Así que Luís Miguel debería empezar a ser más feliz y dejar esa amargura que lo embarga por esa historia de vida que lo rodea. Nadie tiene la culpa de su pasado y no por ser un gran artista la gente debe aguantarse sus majaderías y malacrianzas.
No cabe duda que lo que hace a un profesional digno de credibilidad especialmente en los medios de comunicación, son su ética, dignidad y principios. Y es por ello que de ahora en adelante me declaro fans de la periodista de "Al Rojo Vivo" María Celeste Arrarás.
A raíz del lanzamiento de nuevo material del artista de origen puertorriqueño y nacionalizado mexicano, Luis Miguel, en los medios empezó todo un cúmulo de informaciones referentes a la patanería del artista, de su falta de tacto y de su empeño de creerse superior al resto de los mortales.
Vale la pena mencionar, que tanto en México como en España se realizaron ruedas de prensa conjuntamente con entrevistas “Face to Face” con el "divo", concedidas a dedo "por cierto" a varios periodistas que decidieron la complacencia en lugar de la objetividad para obtener el dichoso encuentro.
Imaginen que para poder estar en la rueda de prensa del denominado “Sol de México”, había que seguir una línea editorial para que el artista estuviera de buen humor, contento y relajado, es decir habia que preguntarle "que quieres que te pregunte?".
De hecho algo especifico, fue lo ocurrido con la periodista de Telemundo, María Celeste, a quien decidieron por parte de la disquera de Luís Miguel no invitar por sus preguntas sin tacto “según ellos” para con el artista y su manera de querer extraer la información (vuelvo y repito " dicho por la disquera").
La periodista se sintió tan agredida que optó por no callar su sentir y señaló: "No permitimos en telemundo que nos impongan condiciones para una entrevista, quizá Luís Miguel no quiere que yo lo entreviste porque la última vez le pregunté sobre Myrka Dellanos, de todas maneras no debería preocuparse ya ella está felizmente casada”.
La verdad, admiro la valentía de la periodista boricua para hacerle saber al público que la sigue por su trayectoria, lo ocurrido con Luís Miguel, esto crea un precedente para quitarle un poco a “Luís Miguel” ese aire de Dios que "cree poseer". Bien por María Celeste y por su manera de hacer periodismo. Los periodistas no tienen que cumplir con ningún pedido para poder hacer su trabajo. Bajo las líneas del respeto cualquier pregunta puede realizarse a quien sea.
Así que Luís Miguel debería empezar a ser más feliz y dejar esa amargura que lo embarga por esa historia de vida que lo rodea. Nadie tiene la culpa de su pasado y no por ser un gran artista la gente debe aguantarse sus majaderías y malacrianzas.
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