Realmente en el mundo hay casos de casos. Y de verdad antes de ver las bobadas que hace Paris Hilton, prefiero ver a las pequeñas niñas jirafas de Tailandia.
Viendo fotos en mis portales favoritos me encontré a un grupo de féminas que por costumbres de su grupo étnico adoptan desde muy chicas unos aros que más que decorar sus cuellos las hacen una atracción turística de Birmania.
Los enormes collares que les cuento son utilizados por las mujeres de Birmania en todo su cuello para envolverlo completamente logrando que se estire hacia arriba, lo que hace que algunas lleguen a parecer lindas jirafitas.
Es tan interesante el asunto de las mujeres de Tailandia que lo que más sorprende de estos aros es que sólo se los pueden quitar por 2 o 3 durante largos periodos de tiempo, ya que tienen el cuello demasiado débil y se les puede fracturar.
Explican los médicos y expertos de ésta costumbre que practican es que si se quitan los collares las costillas vuelven a la posición original, pero yo de verdad estoy admirada de tan rara manera de vida.
Pues y les cuento que las niñas de 5 años son libres de decidirse si se los quieren poner o no, pero casi todas quieren utilizarlo.
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