
“Kung Fu Panda”, es una de esas aventuras cinematográficas que deseamos que nuestros pequeños vean, por el mensaje, su calidad visual y por lo divertida de la cinta. Desde que se inicia la película no puedes dejar de reírte y conmoverte con la ternura del gigantesco animalito.
El filme "Kung Fu Panda", es una creación de los estudios Dreamworks, y es un trabajo tan bien cuidado y mimado que no en vano se posicionó de la taquilla éste pasado fin de semana en Estados Unidos.
“Po”, es un oso divino, hermoso, cariñoso y lleno de una paz interior que se siente en la realidad. El Panda parece cobrar vida en cada escena. Una se siente que todo lo que ve es de verdad.

Es de resaltar el positivismo y la buena energía de un osito que quiere ser el mejor maestro de Kung-fu, porque a veces nos olvidamos que para conseguir lo que queremos no sólo debemos desearlo sino hacer cosas para cumplirlo.
Tanto fue lo que contagió su ternura, compasión y buen carácter el osito “Po” que millones de personas se dieron cita en las salas de cine para ser testigos del triunfo de éste osito.

Mi recomendación es que lleven a sus hijos a mirar ésta movie y como moraleja vean con ojo observador que en la vida todo es posible y que no hay montaña alta ni lugar lejano, pues sean cual sean las condiciones con esfuerzo y fé si se logran las cosas.
Hay una parte de la película que adoré en la cual uno de los personajes, un ratoncito que es maestro de kung-fu, le dice al Panda, que lo más importante es saber que el pasado no existe, el futuro es un misterio y que el presente es un regalo, o sea un gran mensaje.
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