domingo, 30 de abril de 2017

Más divos que el propio Divo de Juárez.

A lo largo de mis años en el mundo del entretenimiento me ha tocado ver de todo y cuando digo de todo es "de todo". Hoy quiero hablar de un tema que siempre me ha llamado poderosamente la atención y es el caso de aquellos que seguramente quisieron ser famosos y nunca lo lograron y decidieron convertirse en algunos casos en su mano derecha y/o publicista o manager. Si bien es cierto que manejar la publicidad y el marketing son algunas de las maravillas de las comunicaciones, también puede ser lo contrario; porque lo que es  un arte desde mi punto de vista, estas personas de las que les hablo precisamente arte no tienen porque en variados y repetidos casos es insólito el divismo con el que se desenvuelven. Y claro haciendo una que otra salvedad porque conozco a muchas personas que trabajan de publicista y son muy gente, muy amable, cualidades éstas que jamás puede faltar creo yo en ninguna persona que se lleve a un artista de la mano por este negocio del espectáculo. Y saben por qué lo digo? En efecto por aquellos que sienten que tienen a Dios agarrado por la chiva y en un
cien por ciento de los casos deben ser los seres más frustrados y tristes del planeta. De hecho son las personas qué tal vez dañan la reputación de un famoso.  Uno como periodista tal vez tiene el vicio de suponer que la antipatía viene del artista cuando en la mayoría de los casos y se los digo con base, viene de estos seres que si bien son la conexión entre los comunicadores y ellos ( los famosos) también pueden ser los que te alejen de tener algún contacto con alguien qué tal vez es maravilloso, pero que la oscuridad de estos seres les quite brillo. Incluso les cuento una anécdota me ha tocado ver en el presente a gente con la llegue a empezar mi carrera hace ya casi más de veinte años y me provoca reírmeles en la cara por la actitud tan vergonzosa a la hora de acompañar a una celebridad a una alfombra roja o alguna comida, evento, premio y pare usted de contar. El caso y la moraleja de este asunto y es un poco lo que siempre digo a diario, cuando uno en cualquier oficio que desempeña deja de ser humilde y agradable es cuando en esencia te hace falta lo más importante para ser el mejor barrendero, el cantante más pegado, el zapatero más buscado , pintor o lo que sea " humanidad" , eso a lo que uno le dice "buena gente". Es más por eso en la actualidad prefiero rodearme de gente tal vez más "gente" que talentosa, porque el talento se desarrolla, pero se es o no se es buena persona, no a medias. Y ojo cada quien tiene su percepción de las cosas, no pretendo cambiar a nadie . Vuelvo y repito hay publicistas y manager de managers...y antes de que alguien lo diga que le caiga el saco a quien le quede. Pero que feo que esos que en lugar de engrandecer al medio hagan pensar a las nuevas generaciones que para ser parte de la maquinaria de un equipo de un artista debes ser según ellos: odioso , de mirada perdida, de cara que todo le huele mal y de maleducados al no responder a un saludo, email y/o llamada. Claro cuando es al revés la cosa cambia porque si ellos llaman debemos sentir que "San Pedro" mismo nos está llamando. Ay mi gente como decía  Andres Eloy Blanco "Lo que hay que ser es bueno y no decir que se es bueno".

domingo, 9 de abril de 2017

Simplemente Carolina Sandoval: En qué nos estamos convirtiendo ?

Simplemente Carolina Sandoval: En qué nos estamos convirtiendo ?

En qué nos estamos convirtiendo ?

A veces veo  los niveles de violencia alrededor del mundo y me quedo impactada. Ver cómo un problema no se puede resolver de manera civilizada, sino que finaliza en la muerte de alguien. Cada noticiero con lo que empieza sus emisiones es con casos en donde matrimonios felices pasaron a ser enemigos y alguien muere, de hecho que la violencia al parecer no discrimina en clases sociales, razas o edades. En una ocasión el asesinato de una chica que fue grabado y posteado en facebook y por supuesto se hizo viral me dejo asustada por el tipo de morbo al cual incluso el asesino le puso a su sangriento acto. Eran novios, pareja, vivian juntos y acabar todo con ese nivel de agresividad. O también el asesinato de La Niña Yuliana en Colombia realizado por un arquitecto de la alta sociedad dejo al mundo con una profunda tristeza porque quién puede ensañarse de esa manera con un angelito que recién empezaba a soñar. Ya no sé si las películas se copian de la realidad o si la ficción se  convierte en realidad. Y así cuentos de casos. Ayer en un centro comercial en donde voy a menudo hubo un asesinato-suicidio y aún no me lo puedo ni creer ya que es un lugar calmado, tranquilo, en una parte de la ciudad que se caracteriza por ser un área bonita sin riesgos (supuestamente).  Todas las semanas mis hijas y yo vamos a Merrick Park a disfrutar de las clases de mi bebe y aprovechamos mi hija mayor y yo de comprar maquillaje o comer helados con otras amigas. De hecho que ayer en un lapso de tiempo, más o menos al mediodía me empezaron a entrar mensajes de mi hermana primero, de otras mamás, de todo el mundo , preguntándome si me encontraba bien y realmente me asuste cuando mi hermana que trabaja en un hospital me dijo lo que ocurría en el centro comercial donde me la paso. Un chico que al parecer todos tenían como una persona de buen carácter y carismático se presentó en las instalaciones del gimnasio donde trabajaba y del cual había sido despedido con un arma abriendo fuego en contra de varias personas. Me quede muy impactada del grado de violencia, porque nada justifica el asesinato de alguien. Tantas personas que estuvieron en peligro, familias que se encontraban en el mall almorzando, madres que como yo acudimos a Gymboree a las clases de los bebés. Es como que si de verdad el mundo se estuviera acabando porque nada justifica la violencia omla muerte de otro ser. Yo solo le pido a mi Dios que vea con ojos de piedad a cada rincón del mundo porque en Venezuela matan despiadadamente a estudiantes que siguen defendiendo sus ideales, en Siria el propio gobierno asesina niños y acá en Estados Unidos hemos sigo testigo de los asesinos en salas de cine, universidades, colegios que llegan con armas y disparan a todo lo que camine y pare usted de contar; de verdad si seguimos haciendo la lista no pararíamos. Es insólito, no tengo palabras para seguir expresando mi angustia, porque soy madre de dos niñas una de 13 años y otra de 9 meses y este mundo al parecer está careciendo de valores, de compasión, de bondad y tolerancia; y aunque soy un poco soñadora y pienso que somos más los buenos que los malos no puedo tapar el sol con un dedo. Deseo de todo corazón que está miseria humana se acaba y que cada corazón sea tocado con la luz divina del todopoderoso y nos de sabiduría para lidear con tanta realidad.
 #cosasquesientecaro