Ya a casi una semana de una tragedia que ocurrio en Chile en donde 21 personas hicieron su último vuelo me pongo a pensar y repensar sobre nuestra vida. Quién sabe cuándo es el último respiro, quién acaso sabe cuándo le toca ponerle FIN al libro como dice un buen amigo... Nadie sabe exactamente y es por eso que más que sufrir por las tragedias prestadas que nos marcan sin duda alguna, que ver las vidas de los demás y emular lo bueno y valioso que han hecho muchos seres que vinieron al mundo para hacer reir, debemos empezar a expresarnos de verdad, que se sienta, que se note, que la gente no olvide esa sonrisa grande y ese abrazo apretado que damos al decir hola o chao. No DEBEMOS tener pena a darle un beso a nuestros hijos. Incluso eso de limitarnos en los abrazos para con nuestros padres debemos sacarlo. Que mejor que decirle a todos lo bien que nos sentimos, lo felices que nos hacen y disfrutar cada dia como si fuese el último, tal y como hemos escuchado desde que termiamos 10 aÑos. El caso es que la muerte del afamado y querido Felipe Camiroaga me ha impactado. Lo he conocido y descubierto luego de su muerte gracias a su legado. Gracias a su acciones y a todo lo que habla esa sonrisa que vemos en ciento de fotos. También quiero rescatar la magia de la televisión, suena a cliche, pero la verdad es que cuando alguien hace televisión se convierte en ese integrante extra de la familia, esa cara conocida como si se tratara de un amigo y es oes lo que he visto en la televisión chilena al destacar la vida de su conductor estrella. En fin sólo era más las ganas de recordarme y recordales que debemos apapachar , amapuchar o abrazar fuerteeee a nuestro seres queridos sin importa la hora, la fecha ni nada... Que viva la Vida!!!
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