De verdad hay cosas que una saben sucederan, pero no las queremos aceptar. Cuando nos enteramos que Patrick Swayze tenía cáncer no lo quisimos creer. No me lo podia imaginar de otra manera sino bailando en "Dirty Dancing". Cuando nos enamoró con humildad, su passion por el arte u por supuesto pore se aspecto tan varonil.
Un enemigo silencioso y doloroso lo apartó de su mundo. De un mundo que acostumbró a su risa, su sensualidad y ese carisma que lo caracterizaba. Si alguien sabía que llegaba a las masas con su risa maravillosa era él. Claro está, con la diferencia de muchos que lo saben con prepotencia, él sabía que con su sencillez enamoraba a todas y el respeto de todos.
Saben que no puedo creer que hoy se haya ido a otro mundo uno de los galanes de todos los tiempos. Y aunque es cierto que debemos celebrar lo que fue su vida, que tristeza pensar que ya no está. Lleno de alegría y tanta buena vibra siempre fue considerado en Hollywood un gran artista en todo el sentido de la palabra. La música era como su sangre. Su ritmo era como parte de su DNA y esa sensualidad que lo hizo ser uno de los hombres más deseados lo acompañó hasta el fin de sus días. Ya deteriorado y desgastado por la enfermedad que sufría logró ser el mismo de siempre hasta el ultimo aliento. Les confieso que seguir escribiéndo de él inunda mis ojos y alimenta mis recuerdos. Crecí viendo sus movimientos y soñando con un novio que bailara como él. Hoy solo espero que Patrick Swayze esté bailando su canción preferida junto a nuestro mentor y quien nos guía en cada paso. Pasos que él supo seguir hasta el día en que llegó el letrero de FIN. Fin del cual no se salvará nadie por supuesto. Y aunque quisieramos decir hasta luego, sólo nos queda imaginar que hoy Patrick Swayze, estará viviendo lo mismo de vivió en Ghost cuando se enteró que murió. Ay Dios de verdad uno cree que hay personas inmortales y Patrick era una de esas personas…
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