No le doy crédito aún a lo que mis ojos están viendo. Imaginarme que el ex bailarin Kevin Federline perdió sus abdominales y esa figura que conquistó a la devaluada Princesa del Pop es casi una pesadilla. El hombre que logró acaparar todos y cada uno de los periódicos del mundo por ser el padre de los hijos de Britney parece un cerdo. Y lo más irónico del asunto, es que éste patán es lo más vanidoso del mundo. Claro hay que tomar en cuenta que él durante todo éste tiempo se ha dedicado a no hacer nada. Tiene un tren de personas que velan por el bienestar de los herederos de Britney sin mover ni un dedo.
De hecho estos son los momentos que me pregunto varias cosas:1. Si valió la pena que una chica con una carrera en la cuspide se unierá a un disfraz así; 2. Y si con un futuro brillante como el que ella tenía debía desviarse por encapricharse con un tipo de ésta calaña? En fin, cada cabeza es un mundo.
El caso es que éste Federline tiene pinta de que disfruta de los placeres de la cocina como le da la gana. Es obvio que con los miles de dólares que le sacó a Spears ahora es todo un “magnate de la cerveza” porque tiene barriga de tomador y si es mentira que me perdonen sus fanaticas.
Sólo seguiré diciendo que cara le costó esa cama a Britney porque éste galán de pacotilla lo único que le dió a la ex chica Disney fueron dos niños hermosos y muchos problemas. Y si bien es cierto que jamás le puso una pistola en la cabeza a la Britney para que estuviera con él, la hizo protagonizar una de las relaciones más disfuncionales de todas. Ni modo así es la vida de los nuevos ricos!
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