Muñeca sin alma: La belleza es más que una cara bonita, es mucho másss.

Siempre debemos recordar que aunque mucho nos preocupe nuestra figura y nuestro cabello lo más valioso es lo que somos internamente. Existe mucha gente que solo le da valor a lo que se ve por fuera, a lo que solo ven los ojos y no lo que proyecta su mirada. Al mirar los ojos de la gente podemos ver su belleza interior o su fealdad. En cada oportunidad que veo un concurso de belleza me pregunto si esas chicas se preocupan por el ejemplo que le dan a las niñas que sueñan ser como ellas. Me pregunto si saben el compromiso social que tienen. De alguna manera terminan convirtiéndose en imágenes a seguir. Y si bien hemos tenido Misses inolvidables por sus cualidades, belleza y liderazgo, también sobran las que dan pena por su falta de preparación y compromiso para el reto que se ponen en sus vidas. Muchas personas definen a las chicas que participan en un concurso como la mujer que representa al país de donde viene, otros las ven como simples chicas que quieren figurar por su belleza, otros las ven como muñecas sin almas y sin lugar a dudas pienso que son una mezcla de todo lo anteriormente dicho. Aún no entiendo por qué cada vez que se realiza un concurso de belleza al día siguiente estamos comentando sobre el exceso de errores que comenten algunas de las participantes que aspiran ser las más bellas del universo. Es que acaso solo reciben clase de modelaje y maquillaje? Ya basta de ser tontas útiles. Es tiempo de querer ser mujeres completas, integrales, dignas de admirar y que en un futuro sus hijos las admiren por inteligentes y no solo por bonitas. Definitivamente creo que la belleza es un conjunto de muchas cosas...no más bellezas sin alma. Siempre se esmeran por conseguir las medidas perfectas que toda la vida hemos escuchado 90- 60 - 90, pero su coeficiente intelectual es igual a 0,00000. Y ojo no lo digo por lo que muchos catalogan envidia, sino lo digo con la preocupación de una madre que jamás quisiera que a su hija la vieran como una muñeca sin alma.