viernes, 28 de diciembre de 2007

"CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA"



Hay gente que nació para vivir por los demás, para dedicarse al bien del prójimo, para ser ciudadano del mundo. Ayer estoy segura que el mundo entero lloro la perdida de una mujer valiente, valiosa y llena de victorias.

Benazir Brutto la política paquistaní, oriunda de Karachi murió tras un atentado como se sabía iba a suceder. No fue sorpresa, hasta ella sabia que eventualmente la asesinarían.

Bhutto, en una entrevista concedida a la revista “Hola” con sus respuestas, no sólo demostraba su valentía, sino que asumía con responsabilidad su regreso a Pakistan luego de casi nueve años de exilio.



Quien diría que el 21 de junio de 1953, en el seno de una familia feudal sindhi, nacería quien sería considerada la mujer más querida de ese otro lado del mundo y con mayor convicción por la democracia.

Si nos ponemos a leer la biografía de ésta mujer, encontramos que luchó contra el régimen militar de su país. Benazir también se convirtió en la primera mujer dirigente del mundo musulmán, imaginan semejante responsabilidad?

Bhutto fue electa por sus seguidores la primera ministra de la República de Pakistán en 1988 y fue así como marco un antes y un después de ella. De verdad que ésta mujer ha sido un gran ejemplo de lealtad a su mundo y a esa nueva generación que soñaba con rescatar de la muerte y el hambre.



Doña Benazir tuvo siempre muy claro su norte, estudió Ciencias Políticas en las Universidades de Harvard y Oxford con fines personales dirigidos a su patria.
Siempre he pensado que la convicción de la vocación existe y Bhutto desarrollo su amor a la política porque creció con un padre presidente y muchas circunstancias políticas que la apasionaron.

De verdad increíble que Benazir haya dejado todo por su país, que dejará hasta sus hijos que tanto presentían el día de ayer. Todo fue tal cual como siempre se supo pasaría cuando volvió luego del exilio.

Ojala y sus más cercanos familiares se llenen de resignación y desde donde la señora Bhutto esté pueda darle fuerza a los suyos de continuar con su mensaje, porque la sangre en su país ya es suficiente.
Ya basta, basta no más…

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