No ha día que no se hable de la ahora famosa Nadya Suleman. No existe manera de olvidarse de la "Octomon". Se podría considerar una de esas celebridades salidas de la nada de las que tanto habla Pérez Hilton en su libro "Sobreviviendo a las alfombras rojas". Ella es una celebridad. De hecho todo el mundo la asocia con la super estrella Angelina Jolie.
No hay un lugar donde no la sigan para fotografiarla, para saber qué compra, para incluso ver la marca de sus pantalones y por supuesto si se justifican todas las ayudas que recibe por parte del gobierno. Recordemos que son catorce hijos que tiene, luego de su parto de octillizos. La ahora popular mujer que se enorgullece de ser una madre a todo dar, ésta expuesta a cuanta crítica se nos ocurra. Y es lógico porque la verdad no es usual ver a una mujer que no posee recursos económicos realizandose tratamientos de fertilidad para traer a mundo niños que vengan a pasar trabajo.
Claro está, más allá de cuanto analisis se haga, la realidad es que los catorce chiquitos existen y que Suleman quedará ante los ojos de todos como una de las mujeres más irresponsables de la historia.
Ahora bien, la obsesión que tiene la mujer en cuestión por la fama, nos hace suponer que sueña con ser como Angelina Jolie, por aquello de sus rasgos obtenidos evidentemente por medio de operaciones.
Al observar sus labios, es más que particular el tamaño de los mismos. Incluso sus pómulos tienen cierto toque del cotizado botox. Y no es que sea experta en aquello del bisturi, pero es incoherente ver a una mujer que recibe ayudas del gobierno con ahorros extra para tratar de igualar a las estrellas de Hollywood en parecido.
Aunque les quiero comentar una apreción de mi parte, que tiene que ver con aquello del supuesto parecido con Angelina que tiene la tal "Octomon". Y es que la que tal vez quiera parecerse a Nadya Suleman sea Angelina Jolie, por aquello de seguir teniendo hijos de ella o adoptados. No creen ustedes que quizá un día no sepamos cuál es cuál porque ambas tendran 14 hijos?
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