Hoy estoy histérica, es como una sensación rara. Es que desde que vivo en Miami, veo como la gente por los papeles que llaman hacen cualquier cosa.
Aquí los valores, los principios, la ética hasta pasan a segunda plano. No entiendo, pero no quiero juzgar. No quiero decir cosas que puedan herir a gente que quiero.
Pero saben que, no puede ser que una sienta que acá el novio de tu mejor amiga está casadísimo, pero no por amor, sino por papeles y que por determinada situación de ciudadanía no puede divorciarse aún.
O por el contrario, otra de tus vecinas que esta enamorada y llena de sueños, pero jamás ve al marido porque tiene tres trabajos y el tipo lo que quiere es dormir cuando está en casa por sólo cuatro horas.
En fin, verán que lo de hoy es un desahogo y la verdad producto de cosas que veo todos los días desde hace seis años que vivo en la ciudad del sol.
Es que uno de mis buenos amigos se va a divorciar de la chica que es el amor de su vida, sólo y porque debe casarse con otra mujer por asunto de futuro en los Estados Unidos.
Luego de casi una década en esta nación ha decidido enamorarse a juro de alguien que le puede dar todo en un: su green card y las curvas que de paso le gustan.
Es que Dios, será que prefiero las novelas rosas a las que tanto estaba acostumbrada en Venezuela?
Y lo digo porque siempre vi que mis amigas se casaban luego de años de relación con el amor de sus vidas; otras hasta daban el “sí” por haber salido embarazadas que era lo típico, pero para poder tener un número que te de la posibilidad de tener licencia, crédito y beneficios no, nunca así como en USA.
Ay la verdad no me hagan caso….
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