Se trata de la explosión de amor, que tuvo hacia su hija, la mexicana “chiquita pero picosa” Salma Hayek, cuando se sintió intimidada y agredida por parte de un fotógrafo y decidió lanzarle cuanta cosa tenía encima al individuo.
La actriz no quería que su Valentina fuera retratada de esa manera llena de persecusión y mala energía, y fue por esto que se le tiró al paparazzo con toda su fuerza. Como dice el dicho “lo bueno y lo venenoso vienen en frasco chiquito”.
Salma, cuentan que días anteriores al encuentro con el fotógrafo de Nueva York, ya lo había visto rondando por la zona y lo tenía identificado, y por ello es que no lo pensó dos veces cuando lo tuvo frente a ella, pues ya estaba cansada de él y su combo.
El hotel Midtown, fue el lugar de los hechos y donde quedó el registro de todo el evento de la actriz con el fotógrafo. Ella junto a su esposo el empresario francés Francois-Henri Pinault había estado varios días en compañía de amistades y familiares y asegura que en el pasado nunca vivieron un evento en donde sintieran que su hija corría peligro.
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