martes, 8 de enero de 2013

Mi encuentro con Pitufo Gruñon

Pueden creer que ésta mañana luego de dejar a mi hija en su colegio fuí al publix para comprar un probiótico y por esas cosas de la vida me encontré con la abuelita de una niña de la escuela. Allí aprovechamos para saludarnos, darnos el feliz año y conversar de las medidas de seguridad del recinto escolar luego de la tragedia que cambió las vidas de 27 familias. Entre un tema y otro en pleno supermercado en un área en la cual NO interrumpiamos a nadie ni para entrar ni para salir en un pasillo amplio, de pronto observamos a un señor que venía con su carrito de mercado se para frente a nosotras y nos mira fijamente. La escena era un poco rara y hasta cómica porque nos miró a la señora y a mi como si le debíamos algo. Era como si estaba histérico por la felicidad y tranquilidad que teníamos mientras nos poníamos al día con nuestras vidas la señora y yo. Tanto así que por un momento Doña Marian y yo nos vimos las caras como si realmente estuviesemos atravesadas en el camino del señor. El caso es que el pitufo gruñon nos pasa por el lado y nos dice: "gracias" y yo me volteo como cuando pasa un toro y le digo: "será, gracias por existir verdad" y le completo la frase: "que tenga un bellísimo día, sonría y disfrute del día". Les cuento todo esto, porque realmente es increíble ver cómo las personas se transforman en seres intolerantes, cascarrabias y maleducados. Hoy día se ha perdido eso de mirarle los ojos a quienes nos topamos en nuestro camino, ya la gente prefiere enviar un texto que llamar y escuchar la voz, saber si realmente todo eso que escribe esa persona es lo mismo que dice el tono de su voz. Es que sin duda eso es fin de mundo. Y lo más interesante es que la señora que hablaba conmigo y yo estabamos contándonos anécdotas exactamente de ese tipo de casos. Es triste desde todo punto de vista saber que las personas actúen de ésta forma porque en realidad eso es lo que imitan los más pequeños. Y lo peor es que después nos quejamos de ciertas acciones de los adolescentes cuando son el reflejo de los adultos. Así que tratemos de NO sólo dejar que nuestros hijos sueñen con parecerse a los pequeños gigantes de HOllywood al querer ser y tener lo de JUstin Bieber, ONe Direction, Carly Rea Jepsen, Taylor Swift y pare usted de contar, seamos unas buenas personas, sonría y que su hijo vea que a la gente hay que tratarla como a UNO quiere que lo traten.

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