viernes, 30 de mayo de 2008

Sharon Stone CALLATEEEEEEEEEEEEE!



En mi casa siempre me enseñaron que “la mejor palabra es la que no se dice y que calladita me veo más bonita”. Y me pregunto si a la señora Sharon Stone no le dieron esa clase en su casita.

Porque la verdad hay que estar en un mal rato y tener la bocota del tamaño de un sapo para decir que lo ocurrido en China es un karma por todo el daño que han hecho.


Semejante comentario, es sólo posible si la persona está fuera de sus cabales, drogado, alcoholizado o con otro tipo de sustancia en el sistema, porque alguien con cinco sentidos, jamás diría algo tan carente de humanidad.


El cuento, es que hace unos días en el mundo entero hemos conocido la otra cara de Sharon Stone, quien es una mujer que le ha robado el corazón a muchos señores a nivel internacional y quien ha sido un ejemplo para muchas damas por su estilo a la hora de desenvolverse, por así decirlo.


Conocida entre otras cosas por su obras benéficas, hoy Sharon Stone está en el ojo del huracán por no darle uso a sus neuronas como debe ser y mucho menos a su lengua.





Es que la actriz se atrevió a declarar luego del triste episodio de destrucción y devastadora tragedia de China lo siguiente: "No estoy contenta por el modo en que los chinos están tratando a los tibetanos porque no creo que nadie deba ser cruel con los demás", dijo Stone. "Y entonces ocurrió este terremoto y pensé, ¿será un karma? ¿Cuando uno no es bueno le pasan cosas malas ?".


O sea sin ser de origen chino, una se pregunta en qué estaba ella pensando cuando dijo tal cosa, si hubo más de setenta mil muertos por Dios. Esta loca!

Es más, tanto ha repercutido ese discurso de la diva de Hollywood que distintas agencias de noticias no sólo la sacaron de sus notas para siempre sino que la han considerado "enemigo público de toda la humanidad".


Tanto fue el impacto de su comentario que La Casa Francesa Dior exigió que fuese eliminada de su publicidad en China, pues ella era una ofensa para esa nación y el mundo entero por sus carencias por el desavalido.


Y aunque doña Stone está arrepentida, no existe poder humano que acepte sus disculpas. Y aún y cuando está dispuesta a participar en los esfuerzos de ayuda por el terremoto en China, y dedicarse por completo a ayudar a los afectados, nadie la quiere por bocona y mala gente.


Definitivamente las personalidades de Hollywood deben saber que todo lo que dicen tienen
magnitudes inexplicables y que en muchas ocasiones “es cuchillo para su garganta”.



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