miércoles, 18 de julio de 2007

EN SEGUNDOS CAMBIA LA VIDA...





Ayer miraba televisión mientras daban un extra y mi mente se fue a todos esos momentos en los que cuales abordo un avión. El temor de siempre. Es una mezcla de muchas cosas. El irme de viaje siempre genera presión, el estrés usual del viaje y un montón de sensaciones.

Me impresionó mucho mirar el fuego tan intenso e inclemente del avión Airbus 320 de la aerolínea brasileña TAM que se estrelló casi a punto de aterrizar anoche.

176 personas a bordo con sueños, planes, agendas realizadas y citas bien sea personales o de trabajo. Siempre que me voy a bajar del avión apenas aterriza, me maquillo, me pongo un poco de gotas en los ojos y me retoco para llegar perfecta a tierra.

Me imagine cuantas personas no habrán hecho lo mismo antes de aterrizar, porque el terrible evento sucedió justo cuando el avión iba a tocar tierra y por fallas en la pista según dicen los comunicados no lo logró.

Del avión "solo quedó la cola", según declaró el gobernador del estado de Sao Paulo, José Serra, en el propio lugar del accidente conmovido y desesperado por las personas fallecidas de manera terrible.

“La aeronave en cuestión de 37 metros de largo y 34 de envergadura, (según copié textual) era capaz de alcanzar 833 kilómetros por hora, chocó contra un edificio de tres pisos de altura, explotó y se incendió, dijeron testigos de lo que se considera que puede ser el peor accidente en la historia de la aviación brasileña”.

El edificio con el cual chocó el avión pertenecía a TAM Express y estaba en las afueras del aeropuerto de Congonhas, pasando la avenida más concurrida de nombre Washington Luiz, o mejor dicho una de las más transitadas de esa ciudad brasileña.

Llovía mucho en el momento que el piloto no pudo realizar la maniobra de aterrizaje, ocasionando esto un desvío de la nave, la cual pasó de largo de la cabecera de la pista, atravesando la avenida intentando recobrar altura y fue allí cuando fue a clavarse contra el edificio.

No supongo el estruendo, debe haber parecido una bomba. Pobre gente, que angustia, que pena como murieron. Ojala que hayan podido haber vivido ese día como si supieran que era el último. Que miedo, somos tan vulnerable. No somos nada!

Los diferentes noticieros que pude registrar como CNN, FOX, ABC y otras, confirmaron que un centenar de patrullas de policías y carros de bomberos, más de 250 efectivos de seguridad y unos muchísimos médicos y peritos forenses se encontraban en el rescate de los cuerpos carbonizados.

Frustración, gritos, terror, desesperación y dolor es lo que se observa en cada imagen procedente de Brasil, por la terrible jugada de la vida.

Tengo entendido dentro de mi ignorancia, que la crisis en el sector aéreo brasileño se desencadenó hace ya tiempo. De hecho tras la tragedia, ocurrida el 29 de septiembre de 2006, las críticas se pusieron a la orden del día.

En aquella ocasión un avión Boeing de la aerolínea brasileña Gol, se cayó en la densa selva amazónica y en la cual murieron las 154 personas que estaban a bordo, también fue un antecedente.

Lula decretó tres días de duelo y exigió una rigurosa investigación de las causas del accidente aéreo que por lo menos dejó al menos unos 200 muertos.

Según declaraciones del ministro de Comunicación Social de Brasil, Franklin Martins, las investigaciones preliminares sobre el accidente no permiten determinar las causas de ésta tragedia que tiene al mundo de luto.

Este tipo de malas pasadas, me hacen recapacitar o repensar cada instante que vivimos. Debemos vivir cada día no pensando que nos vamos a morir, pero si disfrutando de nuestros seres queridos como si de verdad fuera el último día.

No hay comentarios.: