Leyendo el diario de hoy de Miami “El Nuevo Herald”, me encontré con una noticia de esas que hacen que se te paren los pelos. Un accidente en una de las vías mas transitadas de la ciudad del sol, cobró 4 vidas.
Y lo peor, es que cuando leo las razones del choque, no lo podía creer. Imprudencia y un historial en las licencias de conducir que dejaban mucho que desear.
De hecho uno de los conductores, tuvo la licencia suspendida por conducir (puede ser) en estado de embriaguez y pues cualquier cantidad de aditivos, como para suponer que ese ser humano jamás podría tomar un volante.
Obviamente se me vino a la mente Paris Hilton, quien volvió a la cárcel a pagar 45 días de condena por haber manejado irrespetando las leyes de los Angeles, manejando uno de sus vehículos con licencia suspendida.
Ayer deliberando con un amigo, analizábamos si tal vez las condenas por licencia suspendidas tenían algún fin. O si de plano no era como exagerado tener a alguien preso tantos días (mes y medio) luego de haber manejado con una licencia suspendida?
El agregaba, que no entendía la moraleja del asunto. Que quien garantizaba que esa persona infractora estuviese aprendiendo la lección. O incluso si esto no serian medidas excesivamente estrictas y abusivas que tienen fines $$$$ económicos?
El caso es, que retomando lo que les mencione sobre el articulo del Herald y las muertes en la I 95 a causa de un choque fatal, se me ocurre avalar lo que mencionaba mi amigo, sobre el aprendizaje que dejaría a Paris o a gente como ella que obtuviese una pena por conducir con licencia suspendida.
Acaso se requieren de mecanismos más efectivos para impedir que gente peligrosa al volante malogre las vidas de inocentes? Es mas aquí en USA cuando alguien protagoniza un evento como el que la hereda Paris Hilton vive, lo único que cambia después de la cárcel o de las multas es que sus seguros de auto serán considerablemente costosos.
Pero por encima de eso, nada crucial ni trascendente y esto lo evidenciamos cuando sabemos de personas con expedientes por licencias suspendidas al frente de un volante nuevamente solo y porque ya supuestamente “aprendieron la lección”.
En fin, sólo queda preguntarnos: será que hacen falta verdaderas campañas de concientización? Será que necesitamos mecanismos realmente competentes para suspender licencias de por vida a choferes de alto riesgo?
Nadie sabe, pero lo que da lastima es que inocentes paguen las consecuencias de por personas descerebradas y carentes de razocinio. Tampoco sabemos si mejoraran las leyes para que funcionen y vayan mas en favor de la humanidad y su preservación y no en función de la economía del condado, de una ciudad o un estado.
Obviamente se me vino a la mente Paris Hilton, quien volvió a la cárcel a pagar 45 días de condena por haber manejado irrespetando las leyes de los Angeles, manejando uno de sus vehículos con licencia suspendida.
Ayer deliberando con un amigo, analizábamos si tal vez las condenas por licencia suspendidas tenían algún fin. O si de plano no era como exagerado tener a alguien preso tantos días (mes y medio) luego de haber manejado con una licencia suspendida?
El agregaba, que no entendía la moraleja del asunto. Que quien garantizaba que esa persona infractora estuviese aprendiendo la lección. O incluso si esto no serian medidas excesivamente estrictas y abusivas que tienen fines $$$$ económicos?
El caso es, que retomando lo que les mencione sobre el articulo del Herald y las muertes en la I 95 a causa de un choque fatal, se me ocurre avalar lo que mencionaba mi amigo, sobre el aprendizaje que dejaría a Paris o a gente como ella que obtuviese una pena por conducir con licencia suspendida.
Acaso se requieren de mecanismos más efectivos para impedir que gente peligrosa al volante malogre las vidas de inocentes? Es mas aquí en USA cuando alguien protagoniza un evento como el que la hereda Paris Hilton vive, lo único que cambia después de la cárcel o de las multas es que sus seguros de auto serán considerablemente costosos.
Pero por encima de eso, nada crucial ni trascendente y esto lo evidenciamos cuando sabemos de personas con expedientes por licencias suspendidas al frente de un volante nuevamente solo y porque ya supuestamente “aprendieron la lección”.
En fin, sólo queda preguntarnos: será que hacen falta verdaderas campañas de concientización? Será que necesitamos mecanismos realmente competentes para suspender licencias de por vida a choferes de alto riesgo?
Nadie sabe, pero lo que da lastima es que inocentes paguen las consecuencias de por personas descerebradas y carentes de razocinio. Tampoco sabemos si mejoraran las leyes para que funcionen y vayan mas en favor de la humanidad y su preservación y no en función de la economía del condado, de una ciudad o un estado.
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