sábado, 9 de junio de 2007

Sobre dos ruedas en Caracas ?


Hoy recorriendo la super autopista de la información me encontré con una realidad de las tantas que azota a Venezuela: “El tráfico”.

El tráfico en la capital ya es comparado con de otras grandes ciudades del mundo. De hecho, es una característica de las diferentes vías de la cosmopolita capital venezolana.
En Caracas ir de las Mercedes al CCT puede ser una tarea para un héroe. Y ni se diga de Altamira a Los Chaguaramos. Dicen incluso que quienes viven en Baruta y trabajan en el Centro amanecen en las puertas de sus oficinas para no pasar tres horas en las colas de la megaciudad.


Aunque hace ya varios años no vivo en Venezuela, conozco por amigos cercanos y familiares la misión en la que se ha convertido tener que ir al trabajo, hacer mercado, gimnasio o simplemente alguna diligencia.

Claro también en mis visitas a Venezuela, aprovecho el tráfico para hablar como dos horas con mis amistades, familiares y hasta con vecinos de carros por aquello de las largas horasssss en las filas interminables de autos.

Incluso el tráfico lo defino como momentos en los que se pueden planificar pequeñas siestas, reuniones y hasta cerrar contratos. No les puedo negar que es eso de las colas o mi impaciencia de no poder estar sin hacer nada me frustra.
No puedo creer que en Venezuela el mercado automotor se multiplica a pesar de los problemas económicos. Carros de todo tipo, modelos que incluso no se ven en otros lugares y pare usted de contar.

El caso, es que en la revista “Todo en domingo” reseñan que varias personalidades del mundo del espectáculo venezolano han cambiado el carro por una moto y de verdad me causó gran sorpresa.

Ser motorizado en Caracas no debe ser tarea fácil, entre los huecos, los malandros y sus asaltos diarios, la verdad para mi es un acto heroico.

No me podría imaginar andar en dos ruedas en mi bella ciudad de Caracas donde nací en éstas fechas en donde reina la poca tolerancia, la falta de amor al prójimo y pues mil cosas más.

Vi a mi ex jefe Luís Chataing con una fabulosa BMW, la cual los transporta a la radio en menos minutos que lo que podría hacer con su auto. Sentí pánico, porque el resentimiento social en Venezuela entera está a la órden del día y de verdad deseo que nunca le pase a nada a ninguna persona querida y conocida.

Es más sin mal no recuerdo, José Viera alguna vez fue despojado de su moto por unos balandros y hasta un mal susto le hicieron pasar.

Yo la verdad, es que en un tiempo de mi vida me la pasaba con unos amigos de Altamira con Harley Davidson y la pasaba “bomba” en moto por toda la ciudad.

Me escapaba de mi casa o le mentía a mi madre para poder pasear en las ruidosas y bellas motos de mis amiguitos. Pero era mi época de descocada que no veía el peligro en todo sentido.

A lo que quiero llegar, es que sin lugar a dudas, mis tiempos de motorizada quedaron en el recuerdo, por lo menos en Venezuela.

Reconozco estar absolutamente paranoica con que me puedan asaltar, maltratar, intimidar o que se yo. Me muero del miedo y a mi bello Chataing le pido que se me cuide y se lleve su moto al extranjero, está divina.

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