martes, 12 de junio de 2007

Un golpe de suerte...



Ustedes pueden creer que unos nazcan con estrella y otros estrellados? Esto lo comento a raíz de un evento ocurrido en Montreal dentro de la formula 1 y uno de sus pilotos.


Mientras estaban todos los ojos del mundo ubicados en la carrera llevada a cabo dentro del grupo de eventos entorno al Grant Prix el polaco Robert Kubica tuvo un accidente de esos que paralizan multitudes.


Todo los seguidores de ésta modalidad, aseguran que ni el aparatoso accidente de Ayton Senna, el cual le causó la muerte como bien sabemos, fué tan impresionante.


En medio de vueltas y más vueltas, pedazos del automóvil rodando por todos lados de la pista y un grupo de fanáticos siendo testigos de tal choque, Kubica se impactó contra los muros de contención logrando destruir su maquina.


Todos podían haber pensado que el piloto polaco había muerto y luego de su traslado al hospital se supo que fueron daños leves. Pese al violento accidente, el piloto conductor de un BMW Sauber, sólo sufrió un golpe en un tobillo.


Estoy de hecho convencida que ustedes o nosotros nos tropezamos en nuestras oficinas con un cable y salimos más heridos y capaz que hasta muertos.

Claro está, que con la tecnología dentro de los vehículos del formula 1 se ha llegado a cosas tan sorprendentes como lo que sucedió con el vistoso accidente de Kubica.

Se trata de una célula de supervivencia fabricada en fibra de carbono, que es prácticamente indestructible que protege su cabeza como si se tratara de una caparazón incrustada en su organismo.


Según difentes páginas de internet y revistas especalizadas, el auto del polaco en cuestión, ha sido el único que ha llegado a la Formula 1 y el cual quedó prácticamente desintegrado.

Me explicaba un asiduo a las carreras de auto que el asiento de cada piloto, está dentro de su carro como en una especie de asiento con arnés de seis puntos de anclaje que impide que el piloto se desplace.

Es que sin ninguna duda, aseguro que cada día hay más pruebas para saber que la vida es inesperada. Nada esta escrito y que las cosas no son como están supuestas.

El brutal accidente de Kubica, ratifica que cada quien nace y tiene su hora. Ser testigos de un accidente tan fatal y verlo sobrevivir nos hace suponer que cualquier cosa puede ocurrir en un segundo.

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