Yo como ayer recuerdo estar en una fiesta y escuchar por la televisión un accidente en el cual había salido lesionada la Princesa de Corazones.
Nunca imaginé que realmente esa noticia cambiaria el destino del mundo. Diana de Gales había muerto. La mujer que acaparaba las portadas de las revistas mundiales había muerto en el mejor momento de su vida.
En un terrible accidente en Paris, en el túnel Pont de l'Alma ocasionado por la persecución de paparazzis, la reina de corazones y Dodi Al Fayed fallecieron luego de un impacto de gran magnitud.
La verdad que fueron momentos terribles, de gran zozobra, incertidumbre y portadas, prensa del corazón y cuanto medio existiera.
La muerte de Diana de Gales, sin lugar a dudas, ha sido a lo largo de estos diez años un episodio mundial sin precedentes. Rumores entorno a un asesinato, a una persecución, en realidad tantas cosas se han dicho, que ciertas o no, la realidad es que la única verdad inminente es que ella “la reina de corazones” no está.
Saben algo que me ha sorprendido durante todos estos años, que aún Diana sigue siendo una de las historias predilectas de la prensa amarillista y del corazón.
Siempre se ha sabido que Diana de Gales era monedita de oro a nivel de ventas. Ella generaba millones de dólares en cuanto a noticias sobre ella se refería.
Imagínense que cualquier foto de la Princesa era valorada en miles de miles de dólares. Y de hecho aún en 2007 cualquier novedad sobre la Princesa sigue siendo de gran valor monetario.
En fin, hoy en Inglaterra y en el mundo entero, el aniversario de la muerte de la Princesa genera reconocimientos, programas especiales y cuanto exista sobre quien generó afectos muy fuertes por su humanidad, vida fascinante y manera impecable de desenvolverse.
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